Sobre la cabeza, Salamba Sirsasana

Sobre la cabeza, Salamba Sirsasana

Sirsasana es una de las doce posturas de Hatha Yoga clásico. Esta posición consiste en colocarnos sobre la cabeza, en vertical, con el apoyo de la propia cabeza y los antebrazos sobre el suelo.

Esta postura requiere de control, equilibrio, fuerza y mucha concentración para ser realizada. En algunas disciplinas se realiza la postura Sirsasana al principio de la clase, como parte del calentamiento. Es el caso de las clases de Yoga estilo Vinyasa, y también en las clases avanzadas de Iyengar. Por lo general, en las clases de Hatha Yoga, Sirsasana o postura sobre la cabeza se realiza en la parte final de la clase.

Para hacer Sirsasana, partiremos de una posción sentada sobre los talones (de rodillas, sobre los talones). Antes de nada, vamos realizar la “base” de la postura, con los antebrazos. Asegúrate de que la medida entre codo y codo va a ser la adecuada. Para ello, cógete los brazos con cada una de las manos a su codo contrario, así aseguraremos una distancia de un antebrazo entre codo y codo.

Inclínate hacia delante y coloca los antebrazos sobre el suelo. Entrelaza los dedos de las manos, pero fíjate en que los meñiques no estén entrelazados, si no ambos queden apoyados sobre el suelo.

Ahora tienes un triángulo perfecto dibujado con tus antebrazos y tus manos. Coloca la cabeza entre las manos, apoyando la parte alta de la cabeza.

Desde esta postura, inclina el peso de tu cuerpo, levantando las caderas y lentamente “caminando” con los pies hacia delante, dando pequeños pasitos.

Llegará un momento que el cuerpo está en vertical y los pies cada vez soportan menos peso. En este momento el peso del cuerpo está repartido entre los antebrazos y la cabeza.

Inclinate hacia delante elevando tus caderas

Hay que tener precaución con la posición del cuello. Esta asana es necesario realizar las primeras veces con supervisión de tu instructor de Yoga.

Es importante no avanzar demasiado rápido, para no acabar rodando hacia delante.

Puedes subir con las piernas extendidas (requiere más fuerza y más control), o también puedes flexionar las piernas, llevando las rodillas al pecho y los talones hacia los glúteos. Esta es la forma más recomendada cuando estás aprendiendo a hacer Sirsasana.

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